Hoy fuí con mi mujer al chino. A coger una tapadera de sartén. Que por cosas de la vida, vamos, el uso, se había roto.
Una señora está detrás del mostrador hablando por teléfono.
-Buenos días, ¿tapaderas para sartenes?
………..esperamos respuesta…..
-Hola, ¿tapaderas para sartenes? Repite mi mujer.
………seguimos a la espera……
La china ni nos mira ni nos responde.
Decidimos entrar en el bazar en busca de la tapadera perdida, como Indiana Jones lo hizo con el arca.
Giramos un pasillo a la derecha, otro a la izquierda, del 3 al 8, del 9 al 12 y entremedias nos cruzamos con otra china.
-Hola, ¿tapadera para sartenes?
-Pachillo chinco, chinco.
¡Coño, uno de los 2000 pasillos que no miramos!
Entramos al pasillo 5.
A nuestros laterales había; Sartenes, cazuelas, paellas, cazos, cazillos y cacerolas. Bandejas de horno, pinchos, rejillas, plásticos para mil usos y al fondo…. tapaderas.
La salida hacia la caja fué más rápida.
2 hacia la derecha y 1 hacia la izquierda.
La china de la caja seguía hablando por teléfono…
Dejamos la tapadera sobre el mostrador. La cogió.
-Cuato sincuenta.
Pagamos. Y con las mismas salimos.
Sin un hola.
Ni adiós.
Ni un gracias.
Para la vida yo tengo unos libros que NO te enseñan a decir hola, ni gracias, ni adios. Tampoco bailes persas, ni a pescar un siluro en el río sella.
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Solo a cocinar ricos platos, pero ricos de verdad, tan ricos que dirás hola y adiós como si te lo hubiera enseñado.
Tengo uno más nuevo
A la china le daré este.